Documental muestra la belleza de la Península de Taitao

Hace seis años en Santiago tres amigos amantes del surf buscaban olas para surfear en el sur a través de imágenes satelitales. Su objetivo era descubrir la ubicación de olas escondidas en la Patagonia. Así llegaron a la península de Taitao, que emerge al sur del archipiélago de los Chonos y al norte del golfo de Penas en Aysén. Un territorio mítico para los navegantes de todo tipo de embarcaciones. Sus condiciones extremas de oleajes y vientos guardan historias de naufragios e incontables relatos de la furia del mar en esas latitudes.

Todos estos ingredientes fueron los que motivaron a Benjamín Molina, Manuel Sigren y Andrés Pérez para comenzar a trabajar en una expedición en búsqueda de estas australes olas, y ser los primeros en surfearlas. Todo ello con una cuota alta de incertidumbre, ya que existían altas posibilidades de llegar a la península y que no hubiese olas, o que las malas condiciones climáticas imposibilitaran navegar, entre otros factores de riesgo.

Asumiendo las dificultades los tres se embarcaron en la aventura, y además de vivir la experiencia decidieron realizar un documental y libro para dejar registro de la expedición. Esta obra audiovisual fue liberada el 31 de enero de este año y está disponible para quien desee verlo, dejándose encantar con la exploración, la naturaleza y la belleza escénica de la zona.

El documental titulado Taitao, de casi 20 minutos de duración, relata el viaje de 10 días de estos tres amigos que vivieron experiencias inolvidables mientras rastreaban y corrían olas que nadie ha surfeado en la historia, y que relataran en mayor profundidad a través del libro que se lanzará el segundo semestre de este año.

Ni lo pensamos, nos pusimos los trajes y enseguida estábamos surfeando lo que habíamos visto hace seis años. Creíamos que era imposible, y ahí estábamos en el agua.

El viaje comenzó el 1º de mayo de 2018 en avión hacia Balmaceda. Ese mismo día zarparon desde Puerto Aysén en la embarcación «Noctiluca», capitaneado por René Contreras, experimentado hombre de mar, y 8 personas más que eran parte de la tripulación y equipo técnico del documental.

Navegaron tres días por los canales patagónicos hasta llegar a la bahía Ana Pink, donde se enfrentaron al Pacífico. Al cuarto día y, muy cerca de su objetivo, vieron gracias a un dron, que las olas estaban corriendo «Ni lo pensamos, nos pusimos los trajes y enseguida estábamos surfeando lo que habíamos visto hace seis años. Creíamos que era imposible, y ahí estábamos en el agua», relata Benjamín.

El buen tiempo les permitió disfrutar del buen surf, playas paradisíacas, y ver varias especies de aves, como Albatros y Petreles Moteados, además de Ballenas Sei, Delfines Australes, Toninas y robustos Lobos Marinos que también fueron parte del espectáculo, y el broche de oro lo puso una familia de Orcas (dos adultos y una cría) que perseguía un Lobo Marino muy cerca del barco.

Entre tanta belleza algo los sorprendió negativamente, y fue la presencia de plástico en playas prístinas, donde no llega nadie «No había ninguna playa que no tuviera plástico, la marea alta estaba marcada por la basura. Había tubos grandes de salmoneras y cosas de todo el mundo, había de todo», cuenta Manuel.

Pero finalmente todo valió la pena, los años de planificación, la espera, las dificultades, ya que sin ser surfistas profesionales, Benjamín, Manuel y Andrés realizaron una expedición que muchos aficionados y deportistas amateur han soñado alguna vez. «Somos personas como cualquiera, que nos motivamos, investigamos, y logramos hacer una expedición deportiva que puede ser una de las mayores que se han hecho en Chile en términos de explorar la Patagonia», asegura Andrés.

Los tres quedaron muy motivados y maravillados, por ello actualmente están pensando que otra aventura similar realizar en el futuro.